ORACION DEL BOSQUE
¡Hombre!
Soy el calor de tu hogar en las frias noches de invierno.
Y la sombra amiga cuando quema el sol de verano. Soy la armazon de tu casa, la tabla de tu mesa, soy la cama en la cual duermes, soy la
madera de tu cuna y la de tu ataud. Soy el pan de la verdad, la flor de la belleza, escucha mi ruego.
¡No me destruyas!
Tu amigo, el arbol.
“EL AMOR DEL ARBOL”
¿Qué daño habrá hecho el árbol que el hombre lo destruye sin piedad? ¿Por qué no piensa que hay algo misterioso en esos gigantescos hermanos cariñosos que ostentan en la selva divina majestad?
¿No sabe el ignorante, al árbol quien lo hizo, no ve que juguetea, no oye que rumorea, ignora que purifica el aire respira no ve que en él se mira la mano del Creador, no sabe que en la selva hay universal amor?
¿No ve que en primavera la flor se deja amar, que allá entre colgantes de hermosa enredadera, se nota la sonrisa divina de una flor, que viene en el viento el polen con amor que aquella linda amada la llega a fecundar?
Más tarde esos frutos del hombre son sustento y al ver que juguetean las ramas con el viento, es que saludando está el árbol al Creador, y El está mirando, brindándole aliento porque en el árbol siente el verdadero amor..
No mates ese árbol, no ofendas al Creador, pregúntale al árbol su vida, su historia, que cuente de sequías, de soles, de huracanes, de tórtolas, de amores, de nidos de faisanes, no mates ese árbol, humilde leñador.
Autor: Juan Fernandez (Poeta Salamateco)
Oración del Bosque